Hemobartonelosis o Anemia Infecciosa Felina.

 

La Anemia Infecciosa Felina (o Hemoplasmosis o Hemobartonelosis), es producida por una bacteria denominada Mycoplasma haemofelis o Haemobartonella felis. Existen varias especies de Bartonella, son bacterias gram-negativas, pericelulares obligatorios (firmemente adherida a la superficie del eritrocito felino). Tienen una distribución mundial pero son más comunes en zonas tropicales y cálidas.  

Las Hemobartonellas son específicas de especie y no pueden sobrevivir fuera del anfitrión.  Los parásitos externos que chupan la sangre, como pulgas, garrapatas, piojos y moscas que pican, son vectores de varias especies de Bartonella.  

Estos insectos ingieren Bartonella cuando muerden a un animal con las bacterias en el torrente sanguíneo, pudiendo ser  gatos, perros, roedores, ganado y otros mamíferos, luego, muerden a otro mamífero e inyectan las bacterias en su cuerpo.

Actualmente se han reconocido 2 especies importantes de Hemobartonella que infectan a los gatos, estas especies se conocen en general como hemoplasmas felinos y los nuevos nombres que han recibido son Mycoplasma haemofelis y Candidatus Mycoplasma haemominutum.

Es importante conocer las diferencias entre estas dos especies porque tienen efectos diferentes en los gatos. 

M. haemofelis normalmente produce anemia mientras que Candidatus M. haemominutum habitualmente no produce ningún síntoma clínico.

Los gatos adultos con alto estrés, cachorros, gatos esplenectomizados son los que tienen mayores posibilidades de estar infectados. Los gatos con pulgas también pueden tener un mayor riesgo de infección porque éstas pueden transmitir la enfermedad entre gatos.

M. haemofelis causa anemia en gatos sanos, Candidatus M. haemominutum se cree que es un patógeno oportunista, causando enfermedad sólo en gatos que están inmunosuprimidos o debilitados debido a otras enfermedades, ya que se ha demostrado que gatos infectados con el virus de la leucemia felina (FeLV) o el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) pueden tener anemia por su causa.

La infección  por M. haemofelis causa anemia que puede ir acompañada de fiebre en las fases iniciales de la enfermedad, los signos clínicos de  anemia incluyen cansancio, depresión, disminución de apetito y palidez de mucosas. Puede haber pérdida de peso y algunos gatos también muestran síntomas respiratorios.

Otros signos clínicos pueden ser aumento de tamaño del bazo (esplenomegalia) y de los ganglios linfáticos, gingivitis, uveítis, estomatitis, fiebre. 

La anemia se produce básicamente por dos mecanismos, uno es la destrucción de eritrocitos que es debida sobre todo a los acontecimientos inmuno-mediados.

M.haemofelis  se une a la superficie de los eritrocitos causando daño directo de la membrana celular, incrementando la fragilidad de los mismos, (la vida media se acorta a 5 días) además la adhesión de la bacteria al eritrocito conduce comúnmente al desarrollo de anticuerpos contra el organismo y se genera una reacción Ag-Ac-Complemento la que produce hemólisis, por lo tanto las pruebas de Coomb positivo son comunes.

 La mayoría de los eritrocitos infectados son quitados por el sistema reticuloendotelial, macrófagos del hígado, bazo, médula y pulmones que atrapan a los eritrocitos infectados eliminándolos por opsonización, esto explicaría los cambios del hematocrito durante la bacteriemia. A su vez los glóbulos rojos atrapados en el bazo son liberados a la circulación pero pierden la biconcavidad, lo cual aumenta la fragilidad. Puede haber casos hiper-agudos en individuos que presentan severas anemias, los cuales mueren en pocas horas.

 El diagnóstico se basa en la identificación del parásito en la superficie de los glóbulos rojos mediante tinciones especiales de frotis sanguíneo de gatos infectados, pero no siempre es visible, porque sólo está presente en la sangre en ciclos y no de forma continua.

 El uso de PCR puede ser de mucha utilidad, ya que es una técnica muy sensible que permite la detección de cantidades muy pequeñas de ADN perteneciente a estos microorganismos. También permite la diferenciación entre las dos especies que existen, pudiéndose determinar si un gato está infectado con una u otra o ambas especies.

La anemia inducida por los hemoplasmas felinos normalmente es de tipo regenerativo, algunos gatos infectados no presentan anemia porque son portadores asintomáticos o bien porque están infectados con el Candidatus M. haemominutum que no siempre causa enfermedad clínica. Debido a que especialmente este último puede ser una infección oportunista, en los gatos infectados debe buscarse una enfermedad subyacente, incluyendo el  FeLV o el FIV, que pueda haber causado una exacerbación de la enfermedad.

La anemia de origen infeccioso se trata con antibióticos, los corticoides se usan en conjunción con los antibióticos para suprimir la destrucción inmunomediada de los glóbulos rojos si es necesario. En gatos que se presentan con anemia aguda puede ser necesaria una transfusión sanguínea, también son importantes el tratamiento de soporte.

Se ha demostrado que aunque los antibióticos son eficaces tratando la anemia, no siempre se consigue eliminar la infección y algunos gatos pueden ser portadores durante un largo período de tiempo, estos gatos están sanos aparentemente, pero en situaciones de estrés pueden sufrir una recaída de la enfermedad.

 

Información: MederiLab.

Imagen: Glóbulos rojos parasitados por Mycoplasma haemofelis. Los pequeños puntos son microorganismos unidos a la superficie externa de los glóbulos rojos. 

CASVET Hospital Veterinario.