Enfermedades del tracto urinario inferior en el gato (FLUTD).
El FLUTD es un conjunto de problemas que afectan al tracto urinario inferior de los gatos.
Sus sígnos típicos son dificultad para orinar, sangre en la orina y obstrucción total o parcial de la uretra, el conducto que comunica la vejiga con el exterior. Como consecuencia de la obstrucción la orina se acumula poco a poco, lo que puede resultar fatal para el gato si no se hay una rápida atención. Son varias son las enfermedades que se pueden instalar en el tracto urinario inferior de los felinos, denominándose genéricamente con las siglas: FLUTD. En general, la mayoría de estas enfermedades producen alteraciones en la micción del gato, y en algunos casos también la obstrucción de la uretra en el macho, y muy pocas veces en la hembra. Hay que destacar que, todavía hoy, se desconoce la causa de la mayor parte de los casos de “síndrome urológico felino”, nombre por el que se conocía antiguamente al FLUTD.
¿Cómo saber si un gato tiene FLUTD?
Si el gato padece FLUTD, puede presentar algunos de los siguientes signos:
-Orina muchas veces y en pequeñas cantidades (polaquiuria).
-Orina fuera del cajón sanitario.
-Presencia de sangre (hematuria) y/o arenilla (cristaluria).
-Orina con esfuerzo (disuria) y puede maullar por el dolor.
-Se lame de forma persistente la zona genitourinaria.
-Exterioriza el pene (machos) o mantiene la vulva abierta (hembras).
Si no orina en 24 horas, comienza a presentar signos de alteración general.
Una vez se ha confirmado que el gato presenta un problema que tiene su origen en el aparato urinario (habiendo realizado los diagnósticos diferenciales correspondientes y después de tomar la temperatura, inspeccionar las mucosas, determinar el peso corporal, evaluar la deshidratación y demás valoraciones de rutina), el primer paso es determinar en qué etapa de la enfermedad está nuestro paciente, para lo cual se debe palpar la vejiga de la orina. En el gato esta maniobra se hace fácilmente con una mano, mientras se apoya la otra sobre la zona lumbar.
Gracias a ella es posible determinar el tamaño y la consistencia de la vejiga, pudiendo encontrarnos con dos posibilidades:
Caso 1. Una vejiga pequeña y blanda o vacía
Una vejiga pequeña o vacía significa que todavía existe permeabilidad uretral, o sea, que la uretra no está obstruida del todo; el paciente está orinando y su estado general es bueno, activo, come normalmente, etc. La vejiga pequeña con permeabilidad es indicativa de cistitis, por lo que para confirmar el diagnóstico se deben realizar estudios de laboratorio:
-Análisis completo de orina (físico, químico y sedimento).
-Cultivo y antibiograma de la orina.
-Radiología simple y contrastada de vejiga y uretra.
-Ecografía.
-Análisis de sangre (hemograma y química sanguínea).
El estudio completo de la orina aporta datos importantes sobre pH, densidad, proteinuria y presencia de nitritos. En el sedimento de la orina se investiga la presencia de cristales, bacterias, huevos de parásitos, glóbulos blancos y cilindros. La existencia de piuria indica una probable infección urinaria. Es importante tener en cuenta que en los gatos ancianos la proporción de infecciones urinarias aumenta geométricamente hasta valores que llegan al 40 o 50 % de los casos de FLUTD.
El cultivo (y su antibiograma, de ser positivo) ayuda a elegir el antibiótico más indicado para tratar la infección.
Las diferentes técnicas de radiología simple y contrastada y la ecografía son muy útiles para evaluar las estructuras anatómicas de la vejiga y la uretra, la presencia de urolitos, tumores (también más frecuentes en gatos ancianos), etc.
Los estudios en sangre, como el hemograma y la química sanguínea, ofrecen un panorama del estado general del paciente.
En gatos sénior la proporción de infecciones urinarias sube hasta el 40-50 % de los casos de FLUTD.
La vejiga llena y dura se detecta cuando hay obstrucción de la uretra. Tiene aproximadamente el tamaño de una naranja, es de consistencia firme o dura, no hay emisión de orina y el animal manifiesta un claro dolor cuando se le palpa la zona. El gato suele llegar a la consulta porque el propietario ha observado que hace esfuerzos infructuosos para orinar o porque está muy desanimado, anoréxico y adinámico (lo que es consecuencia del mal estado en el que se encuentra el animal debido a la insuficiencia renal que se produce cuando hay obstrucción total de la uretra).
Es importante destacar que las obstrucciones pueden ser intraluminales (dentro de la luz de la uretra) o extraluminales (alteraciones de la pared uretral o externas a ella).
Dolor al orinar
Cuando un gato orina con esfuerzo y maúlla de dolor es probable que tenga FLUTD.
Si no hay emisión de orina, en primer lugar se debe inspeccionar el pene, ya que muchas veces el tapón uretral se encuentra cerca o saliendo del orificio uretral externo y puede extraerse fácilmente.
Si el tapón está más profundo, se dará un masaje peniano, que es el método de elección y el que desobstruye la mayoría de los casos. Hay que tener en cuenta que el tapón es de consistencia pastosa, por lo que el masaje permite desalojarlo.
Si tras intentar el masaje, como mínimo durante media hora, no se logra eliminar la obstrucción, se puede introducir por la uretra una aguja de punta roma unos milímetros para inyectar suero fisiológico a presión con una jeringa.
Si no se logra solucionar la obstrucción con las dos primeras maniobras, será necesario recurrir al sondaje total, que debe hacerse con mucho cuidado para no lesionar la uretra, y tanto al entrar como al salir se debe ir inyectando permanentemente solución fisiológica. Si se encuentra mucha dificultad al paso de la sonda habrá que hacer de nuevo un diagnóstico diferencial, para descartar que existan alteraciones de próstata, anomalías anatómicas de la uretra, etc.
La cirugía es la última opción, pero prácticamente ya no se recomienda ni se utiliza por las muchas complicaciones posteriores que presenta, además de no solucionar el origen del problema.
Tras lograr la desobstrucción, y con el esperado flujo de orina a la vista, se toman las muestras para realizar un análisis de orina con el fin de conocer la causa del problema.
Alteraciones posteriores a una obstrucción
La alteración más importante después de un episodio de obstrucción es la parálisis de la vejiga de la orina que se produce durante 4 o 5 días.
En estos casos, hasta que el gato recupera el control de la micción, pierde gotas de orina. Si se comprime la vejiga externamente suele salir un buen chorro, salvo que exista una constricción (estrechamiento) uretral, en cuyo caso se medicará fármacos dilatadores uretrales y estimulantes de la contracción vesical para solucionar el problema.
Imagen: Causas de Obstrucción Urinaria.
Extraído de: Rubén M. Gatti. Enfermedades del tracto urinario inferior en el gato.